El nombre de “La encina de Zeus” no es propiamente filosófico, aunque la temática de este blog sea en su mayor parte filosófica. No obstante, es sobradamente conocida la metáfora del árbol del conocimiento ofrecida por Descartes.
¿Por qué la encina? Porque es nuestro árbol más característico. “En un país con árboles pequeños o regalos a las montañas y las vegas de los ríos, la encina aparece como el gigante negruzco de tallo corto y grueso, de copa amplia y espesa, capaz de albergar a todos los animales de la dehesa y de alimentarlos con su fruto: las bellotas” (NEWMAN, A. Árboles guardianes de la magia). Además, dicen que Zeus, el rey de los dioses, meditaba debajo de una encina para encontrar solución a sus problemas.
Por todo ello, ¿qué mejor lugar para reflexionar, dialogar y respirar que una encina?...
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sábado, 4 de febrero de 2017





Tema:  “La mujer en la sociedad actual: igualdad, discriminación y empoderamiento.”

Lugar:  Asociación Cultural Vela y Mora. Prado del Rey (Cádiz).

Día y hora:  Viernes, día 17 de febrero, a las 17:30 horas.

Organiza:  IES "Carlos III" en colaboración con el AMPA "Fabia Fabiana".


REFLEXIÓN INICIAL

Los nacidos en el siglo XX, y tenemos ya unos años, cuando hablábamos del siglo XXI, nos imaginábamos un mundo sofisticadamente tecnológico: robots inteligentes, coches voladores, conquistas estelares, etc. Y, casi lo hemos conseguido, hemos alcanzado un gran desarrollo científico-técnico que nos permite tener una vida más fácil y feliz, aunque se haya generado otro tipo de problemas derivados del exceso del cientificismo y del uso inconsciente de la tecnología; quizás porque no todo lo que se puede hacer se debe hacer. No obstante, podemos poner en duda si tal crecimiento se ha producido a nivel de la moral en general, y los derechos humanos en particular. No es necesario realizar un exhaustivo análisis de nuestra sociedad para constatar que el ser humano, quizás ha evolucionado poco a nivel moral, o al menos mucho menos  que en el ámbito científico- tecnológico.
Siguiendo el análisis del desarrollo evolutivo del razonamiento moral realizado por Lawrence Kohlberg (1927-1987)[1], podemos afirmar que la gran parte de la población mundial se encuentra en los niveles más bajos de desarrollo moral. Podemos enumerar diferentes ejemplos que verifican este diagnóstico. Nos vamos a parar en uno de ellos: la discriminación de la mujer, objeto principal de nuestro segundo Café Filosófico.
Es cierto que, en la actualidad, la mujer se encuentra menos discriminada que en el pasado, pero sigue siendo víctima  de una sociedad machista que la discrimina en todos los sectores sociales, y más aún en los países en los que no impera la ley como principio de convivencia, fruto de un sistema democrático y un Estado de Derecho.
Son los “renglones torcidos” de la libertad y la dignidad humana: niñas y mujeres sin derecho a la educación y la asistencia sanitaria, matrimonios infantiles, agresiones y violaciones sexuales, mutilación/ablación genital, violencia de género, discriminación legal y laboral, discriminación salarial, discriminación sexual, invisibilidad de la mujer en todos los ámbitos de la sociedad, etc., etc.
¿Por qué seguimos escribiendo con nuestras actitudes estos “renglones torcidos”? Porque seguimos renovando cada día una sociedad patriarcal con prejuicios machistas, con mitos anclados en la añeja visión determinista y androcéntrica del mundo, porque confundimos sexo y género, porque el aprendizaje social reitera inconscientemente actitudes sexistas y discriminatorias, refugiadas en el peso y el poder de la tradición; porque no se están poniendo en práctica políticas destinadas a reorientar los pilares de la educación, porque no queremos salir de la “zona de confort” reglada bajo los cánones del patriarcado…
Con todo, es necesario un giro “copernicano” a nivel ideológico, demandado por los principios de igualdad, libertad y dignidad humana, simplemente porque mujeres y hombres somos iguales, pero diferentes.
Para conseguir ese cambio en nuestra cosmovisión de lo masculino y lo femenino son necesarias estrategias educativas, sociales e ideológicas. Entre ellas, el llamado empoderamiento de la mujer. Se trata de un término acuñado en la Conferencia Mundial de las Mujeres en Beijing (Pekin) en 1995 para referirse al aumento de la participación de las mujeres en los procesos de toma de decisiones y acceso al poder. Actualmente esta expresión conlleva también otra dimensión: la toma de conciencia del poder que individual y colectivamente ostentan las mujeres y que tiene que ver con la recuperación de la propia dignidad de las mujeres como personas. Por tanto, este concepto hace referencia a la capacitación para la emancipación que adquieren las mujeres ante su propia vida, junto al poder colectivo que les dota de estrategias para producir cambios socioculturales…

El debate queda abierto. Seguidamente se sugieren algunos interrogantes como posibles preguntas para iniciar el Café Filosófico:

  • ¿Por qué sigue existiendo en pleno siglo XXI la discriminación de la mujer?
  •  ¿Tan discriminada sigue estando la mujer en la actualidad?
  • Si se denuncia la discriminación de la mujer, ¿por qué se defiende la discriminación positiva de la mujer  como un camino hacia la igualdad?
  • ¿Es posible alcanzar la plena igualdad entre hombres y mujeres?
  • ¿Cómo se puede superar el machismo y la discriminación de la mujer?
  • ¿El empoderamiento de la mujer es una necesidad para superar la discriminación de la mujer?
  • ¿El lenguaje es sexista, potencia la discriminación de género?




[1] Psicólogo contemporáneo discípulo de Jean Piaget, que tras su estudio del desarrollo de la conciencia, llegó a la conclusión de que, a pesar de la pluralidad de contenidos morales (valores y normas), se puede hablar de esquemas universales de razonamiento vinculados a la propia psicológica, en función de los cuales  evolucionamos de esquemas más infantiles y egocéntricos a esquemas más maduros y altruistas. En general establece, siguiendo esta escala evolutiva, seis estadios de madurez creciente, con razonamientos morales diferentes: 1) Obediencia y miedo al castigo. 2) satisfacer los propios intereses. 3) ser aceptado por el grupo. 4) aceptar la normas acríticamente. 5) Derechos constitucionales. 6) Principios morales universales.

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