V CAFÉ
FILOSÓFICO. IES "CARLOS III"
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Tema: “Las mujeres en la sociedad actual: igualdad,
discriminación y empoderamiento.”
Lugar: Asociación Cultural Vela y Mora. Prado del
Rey (Cádiz).
Día y hora: Miércoles, día 4 de marzo, a las 17:30 horas.
Organiza: IES "Carlos III".
Esa
temática se debatió en el II Café Filosófico en 2017. Con motivo de la
celebración de la Primera Semana de la Igualdad entre hombres y mujeres en
nuestro centro educativo (3 al 6 de marzo de 2020), se retoma nuevamente para analizar si en el inicio de esta nueva década del siglo XXI estamos más cerca de esa
pretendida y deseada igualdad entre hombres y mujeres.
REFLEXIÓN INICIAL
Los
nacidos en el siglo XX y tenemos ya unos años, cuando hablábamos del siglo XXI,
nos imaginábamos un mundo sofisticadamente tecnológico: robots inteligentes,
coches voladores, conquistas estelares, etc. Y, casi lo hemos conseguido, hemos
alcanzado un gran desarrollo científico-técnico que nos permite tener una vida
más fácil y feliz, aunque se haya generado otro tipo de problemas derivados del
exceso del cientificismo y del uso inconsciente de la tecnología; quizás porque
no todo lo que se puede hacer se debe hacer. No obstante, podemos poner en duda
si tal crecimiento se ha producido a nivel de la moral en general, y los
derechos humanos en particular. No es necesario realizar un exhaustivo análisis
de nuestra sociedad para constatar que el ser humano, quizás ha evolucionado poco
a nivel moral, o al menos mucho menos
que en el ámbito científico- tecnológico.
Siguiendo
el análisis del desarrollo evolutivo del razonamiento moral realizado por
Lawrence Kohlberg (1927-1987)[1],
podemos afirmar que la gran parte de la población mundial se encuentra en los
niveles más bajos de desarrollo moral. Podemos enumerar diferentes ejemplos que
verifican este diagnóstico. Nos vamos a parar en uno de ellos: la
discriminación de la mujer, objeto principal de nuestro quinto Café
Filosófico.
Es
cierto que, en la actualidad, la mujer se encuentra menos discriminada que en
el pasado, pero sigue siendo víctima de
una sociedad machista que la discrimina en todos los sectores sociales, y más
aún en los países en los que no impera la ley como principio de convivencia,
fruto de un sistema democrático y un Estado de Derecho.
Son
los “renglones torcidos” de la libertad y la dignidad humana: niñas y mujeres
sin derecho a la educación y la asistencia sanitaria, matrimonios infantiles,
agresiones y violaciones sexuales, mutilación/ablación genital, violencia de
género, discriminación legal y laboral, discriminación salarial, discriminación
sexual, invisibilidad de la mujer en todos los ámbitos de la sociedad, etc.,
etc.
¿Por
qué seguimos escribiendo con nuestras actitudes estos “renglones torcidos”?
Porque seguimos renovando cada día una sociedad patriarcal con prejuicios
machistas, con mitos anclados en la añeja visión determinista y androcéntrica
del mundo, porque confundimos sexo y género, porque el aprendizaje social
reitera inconscientemente actitudes sexistas y discriminatorias, refugiadas en
el peso y el poder de la tradición; porque no se están poniendo en práctica
políticas destinadas a reorientar los pilares de la educación, porque no
queremos salir de la “zona de confort” reglada bajo los cánones del
patriarcado…
Con
todo, es necesario un giro “copernicano” a nivel ideológico, demandado por los
principios de igualdad, libertad y dignidad humana, simplemente porque mujeres
y hombres somos iguales, pero diferentes.
Para
conseguir ese cambio en nuestra cosmovisión de lo masculino y lo femenino son
necesarias estrategias educativas, sociales e ideológicas. Entre ellas, el
llamado empoderamiento de la mujer. Se trata de un término acuñado en la
Conferencia Mundial de las Mujeres en Beijing (Pekin) en 1995 para referirse al
aumento de la participación de las mujeres en los procesos de toma de
decisiones y acceso al poder. Actualmente esta expresión conlleva también otra
dimensión: la toma de conciencia del poder que individual y colectivamente
ostentan las mujeres y que tiene que ver con la recuperación de la propia
dignidad de las mujeres como personas. Por tanto, este concepto hace referencia
a la capacitación para la emancipación que adquieren las mujeres ante su propia
vida, junto al poder colectivo que les dota de estrategias para producir
cambios socioculturales…
El
debate queda abierto. Seguidamente se sugieren algunos interrogantes como
posibles preguntas para iniciar el Café Filosófico:
ü ¿Por
qué sigue existiendo en pleno siglo XXI la discriminación de la mujer?
ü ¿Tan
discriminada sigue estando la mujer en la actualidad?
ü Si
se denuncia la discriminación de la mujer, ¿por qué se defiende la
discriminación positiva de la mujer como
un camino hacia la igualdad?
ü ¿Es
posible alcanzar la plena igualdad entre hombres y mujeres?
ü ¿Cómo
se puede superar el machismo y la discriminación de la mujer?
ü ¿El
empoderamiento de la mujer es una necesidad para superar la discriminación de
la mujer?
ü ¿El
lenguaje es sexista, potencia la discriminación de género?
[1]
Psicólogo contemporáneo
discípulo de Jean Piaget, que tras su estudio del desarrollo de la conciencia,
llegó a la conclusión de que, a pesar de la pluralidad de contenidos morales
(valores y normas), se puede hablar de esquemas universales de razonamiento
vinculados a la propia psicológica, en función de los cuales evolucionamos de esquemas más infantiles y egocéntricos
a esquemas más maduros y altruistas. En general establece, siguiendo esta
escala evolutiva, seis estadios de madurez creciente, con razonamientos morales
diferentes: 1) Obediencia y miedo al castigo. 2) satisfacer los propios
intereses. 3) ser aceptado por el grupo. 4) aceptar la normas acríticamente. 5)
Derechos constitucionales. 6) Principios morales universales.